Regolodos

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Hace ya tiempo las grasas fueron el macronutriente demonizado y el miedo a consumirlas hizo llegar al mercado cientos de productos light o 0% materia grasa etc. Pero, ahora que estamos en la época de la sobre información, ha llegado el momento de desmentir y de perder el miedo a las grasas.

Voy a empezar por el principio, en nutrición, existen tres tipos de macronutrientes, los hidratos de carbono, las proteínas y los lípidos o grasas.  Estos macronutrientes, aportan energía (en forma de Kcal). Y es aquí donde empieza el primer miedo que debemos tumbar, el valor energético de los alimentos no determina que un alimento sea saludable o no lo sea.

¡La energía que nos aportan los alimentos, la necesitamos para vivir! ¿Te imaginas que esto no fuese así? Benditas calorías que nos permiten seguir vivos!

Si analizamos cada macronutriente por separado (cosa que no pasa en os alimentos que consumes), las proteínas y los hidratos nos aportan 4Kcal/gramo y las grasas 9 Kcal/gramo. Sospecho que de aquí viene el miedo a las grasas. Pero yo me pregunto:

¿Tiene sentido pensar esto?

De verdad crees que te vas a tomar la misma cantidad de aceite (alimento graso por excelencia) que de pan (ejemplo de alimento rico en hidratos). ¡Pues claro que no! Por eso esto no tiene sentido.

Si hablamos un poco de metabolismo, las grasas son muy importantes, ya que intervienen en la formación y el funcionamiento de todas las células del cuerpo, están implicadas en la formación de colesterol y de numerosas hormonas y de las vitaminas liposolubles.

Sin embargo, no todas las grasas en la alimentación son iguales, y estas tienen diferentes efectos en el cuerpo. Algunas grasas en la alimentación son esenciales. Algunas aumentan el riesgo de enfermedades y otras ayudan a prevenirlas.

Las grasas saturadas son las que se encuentran en carnes, mantecas o lácteos, aceite de coco o palma..  y las insaturadas están en aceites vegetales, los frutos secos y el pescado.  Dentro de las poliinsaturadas, están los ácidos grasos omega-6 y los ácidos grasos omega-3, ¿estos ya te suenan verdad?

¡Pues claro! Se les atribuyen propiedades tan beneficiosas como ayudar a disminuir el “colesterol malo”, los triglicéridos, mejor control de la glucosa, y un efecto antiinflamatorio.

Te animo a que incorpores mucho pescado como el salmón, las sardinas, caballa, semillas y frutos secos como las nueces para tomar muchos omegas a través de tu alimentación.

¿Cuáles son las grasas que no recomendamos?

Ya que hablamos de las más top, también te tengo que contar cuáles son las que no recomendamos, esas que no nos cansamos de decir que su consumo nos está afectando a todos los niveles y que debemos reducir su consumo.

Estas son las grasas trans, son un tipo de grasa que aumenta el colesterol malo y reduce el bueno. La mayoría de las grasas trans se encuentran en aceites vegetales que se modificaron químicamente y las encontramos en productos ultraprocesados.

Así que la clave es, una vez más, muy fácil. Añade cada vez más frutas y verduras a tu alimentación, junto a aceite de oliva virgen extra, pescados y frutos secos. Evita cada vez más los ultra procesados, y…

¡Ya lo tienes!